Desear es lo más natural del universo. Fue el deseo lo que creó el universo. Fue el deseo lo que lo trajo a este planeta. Fue el deseo lo que creó su vida y todo lo que tiene en ella
Todos los seres desean. Desea el niño, que solicita, llorando, su biberón o su juguete, desea el multimillonario que espera pacientemente en una sala de estar a que las autoridades chinas lo atiendan para hablar de negocios (¿sabe quien fue ese multimillonario norteamericano?), desea el predicador que pretende aumentar su congregación y los ingresos provenientes de los fieles para extender su fe, desea el santo que ora día y noche en la capilla, el templo, la mezquita o la cueva. Todos deseamos. La diferencia está en localidad del deseo.
Desear cosas mejores es inevitable, desear cosas es bueno. Cada deseo de los seres del universo mejora este magnífico lugar. Incluso Dios desea. Fue el deseo de Dios lo que creo el universo. El deseo enriquece el universo y obliga a las personas a mejorarse, a ser mejores.
Lo que es negativo en relación al deseo, es ser infeliz mientras se desea. Algunas personas desean algo y en lugar de trabajar para conseguirlo, sufren por no tenerlo. Esa actitud produce infelicidad.
La felicidad se encuentra cuando usted desea algo y decide que ya es suyo. Si ese algo ya es suyo, entonces usted es feliz, porque sabe que es suyo. Entonces cuando usted trabaja por materializarlo en su vida, usted lo hace con alegría, con ánimo, con confianza.
Cada cosa que usted desee y lo lleve a actuar y conseguirlo, lo mejora a usted y al universo.
Si las personas son infelices y no obtienen lo que desean es porque no han aprendido a ser felices deseando, no saben cómo desear y trabajar inteligentemente y de forma sencilla para obtener todo lo que desean.
Cuando se trabaja de forma inteligente y se desea con felicidad, entonces todo lo que desea llega fácil a la vida de cada persona. No importa lo que se desee, solo debe desearse con alegría y todo se materializara rápidamente.
¿Cómo obtener esta seguridad que produce felicidad? ¿Cómo lograr que nuestros deseos sean magnéticos?
La única forma de hacer nuestro lo que desea, de forma rápida y placentera, es estableciendo una meta.
No todas las metas son lo mismo. Muchas metas no funcionan porque los procedimientos para fijarlas no graban, no imprimen en la mente subconsciente lo que se desea y por lo tanto no se produce esa sensación de tener la cosa.
Sin esa sensación de posesión, se cae en el desear de forma dolorosa, porque no se tienen lo que desea y quizá nunca se tenga.
Para que una meta produzca las cosas que se desean de forma rápida deben cumplir con ciertos requisitos.
Las metas poderosas y las metas irresistibles presentadas en el libro EL SECRETO DEL PODER DE LAS METAS, cumplen con todos los requisitos necesarios para hacer que su mente subconsciente se prenda de lo que usted desea.
Esa posesión hace que usted se sienta feliz, lleno de alegría y que las cosas que desea lleguen de forma rápida, fácil y honesta a su vida.
Las metas irresistibles logran un acuerdo entre su mente consciente y su mente subconsciente. Eso hace que su mente subconsciente altere su realidad para darle todo lo que usted desea.
En poco tiempo usted estará gozando de la vida de sus sueños. Nada que usted desee está fuera de su alcance si lo desea con alegría y felicidad.
Todo lo que desea obtendrá rápidamente y sin esfuerzo si aplica las poderosas técnicas expuestas en EL SECRETO DEL PODER DE LAS METAS.
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